Lidiar con los celos después de ser engañado no es fácil y puede romper la relación. Presentamos las mejores estrategias para afrontar mejor la situación. Los efectos de una traición son comparables a un terremoto que sacude los cimientos sobre los que se construyó la relación.
Es fácil, de hecho, que después de una infidelidad los sentimientos de desconfianza y celos se apoderen de
ellos.
¿Cómo manejar los celos después de una traición?
La intensidad de las sospechas dependerá en parte de cómo éramos antes de la traición: si confiábamos en nuestra pareja o si los celos ya formaban parte de nuestro día a día. En cualquier caso, es normal que sospeches más.
No importa en qué etapa de la relación se encuentre la pareja, una traición siempre es dolorosa. Pensando en ello con la cabeza fría, nadie está preparado para ser engañado por la persona en la que más confía.
Lidiar con los celos después de un engaño: tipos de relaciones
Hasta hace unos años, el modelo relacional predominante era el matrimonio heterosexual monógamo. Sin embargo, la sociedad ha evolucionado y cada vez más personas están estableciendo relaciones más allá de este arquetipo.
Así, hoy en día es más común encontrar swingers o personas que practican el poliamor en alguna de sus diferentes formas.
En cualquier caso, todas las relaciones afectivas tienen algo en común: es necesario ponerse de acuerdo sobre qué tipo de acuerdos apoyan su unión. Y obviamente, uno de los puntos fundamentales a considerar será el modelo de relación emocional y sexual a establecer.
¿Qué entendemos por traición en una relación?
El concepto de infidelidad puede variar de una pareja a otra. Mientras que para algunos implica que su pareja está teniendo relaciones sexuales con una tercera persona, para otros en realidad es contactar a personas en Internet con una intención sexual.
La infidelidad es un concepto que toda pareja debe poder determinar y establecer. Así, para muchas personas se habla de traición cuando uno de los cónyuges mantiene relaciones sexuales con alguien ajeno a la pareja.
Sin embargo, para otros, incluso simplemente coquetear, ponerse en contacto con personas en Internet con fines sexuales o tener una relación emocional con alguien que no sea su pareja es una traición. A veces muchas relaciones pasan por diferentes etapas y el pacto de fidelidad no siempre es estático, un acuerdo puede evolucionar. El problema surge cuando una de las dos partes infringe las reglas acordadas.
Cómo superar los celos después de una infidilidad
Es fácil que los celos se instalen en la vida matrimonial después de una infidelidad. Veamos en qué aspectos emocionales conviene trabajar para gestionar este sentimiento.
Mejorar el conocimiento de nosotros mismos
Una infidelidad es un buen momento para analizar el origen de nuestras inseguridades y por qué se convierten en celos. Si no nos conocemos mejor y no entendemos qué nos causa dolor, será más difícil superar la crisis.
Recuperar la confianza en nuestra pareja
Obviamente, los celos crean una falta de confianza en la relación. Para recuperar la confianza en nuestra pareja, es fundamental poder discutir juntos todos los aspectos de la relación que nos preocupan y decidir juntos cómo afrontar determinadas situaciones. La confianza se ve gravemente minada después de una traición. Debe recuperarse si deseas continuar la relación.
Aprende a comunicarte de manera eficaz
Comunicarte correctamente con tu pareja será fundamental para manejar la situación. Por ejemplo, al describir lo que está sucediendo, intente anteponer lo que estás sintiendo, tus sentimientos, al hecho mismo. Sin embargo, deben evitarse las acusaciones. De esta forma se favorece una comunicación más fluida y menos conflictiva.
Olvídate de las reprimendas para manejar los celos después de una traición
Cuando nos han traicionado, es fácil culpar a la otra persona por el dolor que nos causó. Sin embargo, hacerlo aumentará el dolor, crearás discusiones innecesarias y aumentarás la incomodidad.
Respeta la libertad de la pareja
Ser cauteloso con la otra persona y querer controlarla en todo momento solo te alejará aún más. Por mucho que nos haya herido su infidelidad, entender que no nos pertenece y que debemos respetar su independencia serán dos buenos principios para reconstruir la relación.
Amor, no es necesidad
Cuando nos sentimos celosos, podemos olvidar la diferencia entre amar y necesitar. Las personas deben aprender a amar a su cónyuge sin caer en una dependencia emocional. De lo contrario, solo obtendremos el efecto contrario: distanciarás al compañero. El amor no es sinónimo de adicción. Es muy importante tener claro este punto, ya que puede resultar perjudicial a la larga.
Superar el dolor
Es completamente normal sentirse triste, angustiado o enojado cuando nos han traicionado. Sin embargo, debemos aprender a percibir las emociones, pero luego dejarlas ir. De lo contrario, corremos el riesgo de que se conviertan en parte de nuestra vida diaria.
Perdón para manejar los celos después de una traición
Ya sea que lleves más o menos tiempo, al final solo tendremos dos opciones: perdonar o terminar la relación. Vivir sin perdón no es factible a largo plazo, porque causará mucho más dolor e incomodidad en ambos socios.
Aceptar
Solo podemos estar en paz con nuestro cónyuge si aceptamos que todos somos humanos y que a veces podemos cometer errores sin calcular las consecuencias de nuestras acciones.
Da gracias
Dar gracias por todo lo que hemos vivido y aprendido en esta difícil situación nos ayudará a estar en armonía con nosotros mismos y con nuestra pareja. De esta forma, el vínculo sin duda se fortalecerá y estaremos mejor preparados para enfrentar futuras adversidades.
Si podemos manejar los celos después de ser engañados y recuperar la confianza en nuestra pareja, habremos aprendido una gran lección de vida y sin duda seremos más fuertes y más sabios.
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