¿Por qué te gustan tanto las personas más atractivas?
Hay algo que hacen que nos atrae poderosamente, que nos da ganas de pasar más tiempo con ellos y que nos impulsa a buscar su cariño y su atención.
¿Quieres ser tú quien enamora así a los demás?
Pues hoy te voy a enseñar el truco psicológico para que puedas conseguirlo. La psicología del atractivo tiene una base muy interesante. Casi podríamos decir que todos los consejos que hemos ido viendo en esta serie… Se resumen en uno tan potente como obvio. Y quizás precisamente por ser tan obvio, casi todos lo descuidan y lo aplican de manera errónea.
Entonces, para que puedas aplicar todos los trucos de la manera más efectiva posible, te voy a explicar cuál es ese secreto, cuál es su explicación psicológica y cómo puedes usarlo para ser irresistible. Lo primero es recordar lo más importante: Estamos hablando del atractivo psicológico, porque es un tipo de atracción que supera en mucho al físico que tengas. Por supuesto que no da absolutamente igual tu aspecto y claro que tienes que cuidarlo un poquito… Pero, para que alguien se enamore de ti, no necesitas un cuerpo o una cara perfectos.
Lo que enamora de verdad son una serie de rasgos psicológicos que despiertan el atractivo emocional. Este es el atractivo más profundo y duradero que existe. Aunque te parezca mentira, ¡es mucho más fuerte que una simple atracción física! Así que el corazón de la psicología del atractivo es hacer que la otra persona asocie contigo una gran variedad de sensaciones agradables, de confianza, tranquilidad, seguridad…
Porque todas ellas son la base de la sensación de atracción que se manifiesta en nuestro cerebro. Por tanto ahora, vamos a ver tres maneras de conseguirlo. Cuando estamos felices, enfadados, tristes… O experimentamos cualquier otra emoción. La irradiamos a nuestro al rededor de tal manera que quien está cerca se va a sentir inclinado a experimentarla también. Fíjate: ¿No has notado lo contagioso que es alguien que está súper alegre y emocionado? Es como que nos arrastra contagiándonos de su entusiasmo. Y esto también sucede cuando alguien está muy triste y depresivo. O cuando alguien se pone a gritar lleno de rabia…
El contagio emocional es tan potente, que se ha comprobado que funciona incluso en las redes sociales, cuando obviamente no tenemos a la otra persona delante. Y la explicación está en las famosas neuronas espejo. Que son aquellas neuronas de nuestro cerebro que nos permiten entender qué les pasa a las otras personas… Y, a la vez, nos arrastran a sentir las mismas emociones. Por tanto, si quieres que alguien sienta emociones agradables a tu lado, para que cada vez que piense en ti se acuerde de lo bien que le has hecho sentir… Transmítele alegría, confianza, buen humor y felicidad.
Porque así se contagiará de esas emociones, es decir, sentirá lo mismo cuando está contigo. Y entonces, a partir de ese momento, cada vez que piense en ti se acordará de todas las buenas sensaciones que le has hecho sentir. Como te puedes imaginar, esto es aumentará enormemente sus ganas de pasar más tiempo contigo. O, dicho de otra manera, que le resultara más atractivo o más atractiva. Por resumir este punto: si quieres tener ese poder magnético con los demás, emociónales con tu buen humor y tu alegría. Hazles sentir bien cuando están contigo y no actúes de manera extraña, no les incomodes. Habla con sinceridad, transmite que eres una persona en la que pueden confiar, que tratas bien a la gente, que a tu lado se pasa un muy buen rato, que se puede sentir a salvo contigo...
Los más nerviosos puede que os estéis preguntando: ¿Pero esto no dejará demasiado claro que me gusta? Pues fíjate, esto no sólo no es un problema, sino que además, si nota que te gusta… ¡Sorpresa! Tienes más posibilidades de que tú le gustes a ella o a él. Y esta es la segunda manera de conseguir que su cerebro te asocie con sensaciones agradables. Es un curioso fenómeno psicológico que consiste en que si creemos que le gustamos a alguien… Esa persona nos va a gustar más. Es algo que funciona de una manera muy similar a la reciprocidad que vimos en este vídeo. Imagina que estamos hablando y te digo: “Oye… ¿Sabes una cosa…? Me gusta como eres. No, en serio, de verdad que no lo digo por decir....
Es que cada vez que hablamos te veo con tu forma de ser, con tus aficiones, con tus valores… Que no eres alguien del montón, vamos, sino que me pareces alguien súper original. ¡Por eso me caes genial! En fin que… Me gustas”. Imagínate de verdad que alguien te dice eso… A que, como mínimo, te resultaría alguien más agradable y simpático. Y fíjate, lo único que ha hecho ha sido decirte que le gustas. Por supuesto que esto es sólo un ejemplo a través de un vídeo. Para usar que puedas usar este truco psicológico, no hace falta decírselo de una manera tan directa. Lo importante entonces es que, cuando estés con esa persona, te relajes y simplemente te centres en hacer que se sienta bien. Porque además, si como acabamos de ver, llega a intuir que quizás le gustes…
Entonces, lo sentirá como un halago que hará que tú le gustes un poquito más. Y una de las maneras más sutiles y potentes de transmitirle todo esto es a través de tus ojos. ¿Cómo te sientes cuando estás hablando con alguien que apenas te mira, consulta el teléfono, no deja de mirar a vuestro al rededor y te evita con la mirada? No te sienta muy bien, ¿verdad? Pues obviamente no hace falta caer en el extremo opuesto y mirarle fijamente como un psicópata con la idea de taladrar sus pupilas con las tuyas. Bromas aparte, hay mucha gente que hace eso sin darse cuenta, sin apenas pestañear… Y seguro que te has dado cuenta de lo siniestros que resultan… La idea aquí es establecer una conexión emocional a través de vuestras miradas. Es decir, que cuando estáis hablando, os miréis a los ojos la mayor parte del tiempo. Sé que hay mucha gente que se pone nerviosa con esto. Entonces te voy a enseñar un pequeño truco que es casi igual que mirarle a los ojos. Y digo que es casi igual, porque la comunicación entre dos personas cuando sus pupilas se encuentran es algo irremplazable.
Entonces, si notas que no puedes mirarle directamente a los ojos, el truco está en mirar a su entrecejo. La otra persona no suele notar la diferencia y es una buena fase de transición para que te vayas acostumbrando a mirarle a los ojos y que veas que no pasa nada. Cuando ya no te suponga ningún problema, debes mirar a sus ojos con bastante frecuencia. Tienes que hacerlo de una manera natural. Si estás pensando todo el rato en: “le miro a los ojos, ahora tengo que apartar la mirada, ahora tengo que mirarle otra vez...”. Entonces vas a añadir un montón de nervios innecesarios a vuestra conversación. Simplemente ten la intención de mirarle a los ojos bastante a menudo y olvídate del resto. Y si quieres llevarlo un paso más allá para lograr una conexión mucho más personal… No te limites a mirar sólo sus ojos.
Y ve moviendo tu mirada de uno ojo a otro y a su boca. Diversos estudios se han dado cuenta de que sólo miramos en este triángulo de intimidad a las personas con las que tenemos una relación muy cercana. No se trata, como he visto que comentan erróneamente en muchos lugares de seducción, de indicar que quieres besarle. Es cierto que justo antes de besar a alguien, es muy común dirigir la mirada de los ojos a los labios en línea recta. Fíjate que los actores imitan muy bien este gesto en las películas. Verás que esto es diferente. Si prestas atención cuando hablas con tu mejor amigo o amiga, o incluso con algunos familiares, te vas a dar cuenta de que vuestras miradas muchas veces están dentro de este triángulo… Y obviamente, no hace falta decir, que no quieres besarles.
Por contra, cuando estás hablando con tu jefe o con un profesor, verás que ambos evitáis mirar hacia esas zonas, porque no tenéis una relación tan cercana. Así que mirar en este triángulo te va a ayudar a crear una mayor cercanía e intimidad entre vosotros. Algo que potenciado con transmitirle sensaciones agradables, te va a volver irresistible. En fin, que la conclusión importante a la que quiero llegar, es que si te gusta alguien: trátale bien porque te importa, porque de verdad quieres que esa persona se sienta bien contigo. Y por tanto, todos los trucos que hemos visto, te saldrán de manera natural. Es decir, que podrás enamorarle con tu manera de ser y tu trato agradable.
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